If you don´t life to somethink you will die for nothing

viernes, 21 de abril de 2017

Día 1: 12:01 am

El despertador ha sonado hace rato, hace horas en realidad. No recuerdas haberlo oído pero el aparto tirando en el suelo prueba que, efectivamente, ha sonado. Ha sonado y tu, en vez de salir de la cama a tu hora, has estirado la mano para apagarlo, arrastrándolo al suelo en un movimiento torpe para poder seguir durmiendo. 

Gruñes con pereza, cansado, necesitas dormir más… Ugh ¿a que hora te dormiste anoche? Ni siquiera lo recuerdas. Te estiras como un gato y metes la mano entre las sabanas, buscando el móvil, que se quedó perdido en algún punto de la cama. Lo atrapas a penas con la punta de los dedos y tiras de él para recuperarlo. La luz de la pantalla te ciega en el mismo momento en que consigues dar con el botón de desbloqueo, has cerrado los ojos enseguida, la luz es demasiado molesta como para mantenerlos abiertos. Un nuevo gruñido y un nuevo intento, 12:01 de la mañana. Hay muchas cosas que deberías estar haciendo a las 12:01 de la mañana, deberías estar en la universidad, deberías estar levantándote corriendo en este mismo instante para darte una ducha rápida, de esas que no cuentan ni como ducha, e  intentar llegar a la última clase. Deberías, deberías, deberías estar haciendo tantas cosas. Deberías, claro, sin embargo lo único que atinas a hacer es a volver a tirar el móvil al colchón, dejando que se vuelva a perder entre las sabanas, y a rodar por la cama para mirarte al espejo. 

Te pasas las manos por la cara, como si así las ojeras fueran a desaparecer. No lo hacen, por mucho que lo intentes nunca lo hacen. Cuando te miras al espejo tus ojos apenas tienen brillo, están apagados, tanto que apenas si eres capaz de distinguir el iris de la pupila. No se de que te sorprendes, desde hace un tiempo todo te parece igual. Te quedas mirando tu propio reflejo durante un rato, tus manos delinean tu propia boca, ¿hace cuando que no le sonríes a nadie? ¿desde aquel chico con el que intentaste ligar en el bar hace un par de semanas, quizás? No, más, eso no cuenta como sonrisa. No puedes recordarlo ¿verdad? Hace demasiado, piensas mientras intentas que tus comisuras se estiren y esbocen algo sincero. Como resultado tienes una sonrisa sincera… sinceramente falsa quiero decir. Es un simple movimiento muscular, debería ser fácil ¿verdad? Pero volvemos a lo mismo de antes, deberían que no son y nunca serán. 

Bufas, realmente bufas con resignación, casi asco, y finalmente vuelves a enterrar la cabeza en la almohada. Son las 12.01 de la mañana y tu y tu cara de muerto os vais a quedar durmiendo lo que queda de día. 

I wanna write again

Hace realmente mucho que no escribo, he perdido costumbre y mi forma de escribir a cambiado mucho desde que empecé. No tengo tampoco mucho tiempo pero me apetece hacer algo distinto e intentar volver a escribir, por eso voy a intentar hacer un "Writing callenge", no prometo hacerlo en 30 días porque se que no lo voy a cumplir pero intentaré no tardar demasiado entre uno y otro. Dentro de poco publicaré el primero y debajo dejaré la foto con los temas que quiero hacer. 




La imagen no es mía original, quiero esforzarme y hacer cosas distintas y si elegía yo los temas iba a terminar tendiendo a lo que se que me sale mejor, por eso he buscado uno que mas o menos me sugiriera ideas que me gustaran. Tengo varios más, si me gusta como queda y logro terminarlo probablemente haga alguno más en el futuro. 

miércoles, 24 de febrero de 2016

Ella

Ella adora Madrid. Vive enamorada de las noches llenas de luces de colores. Vive enamorada de una vieja canción de rock que la define. Cuando necesita un respiro se recorre la línea de autobús que más cerca le pilla de casa, solo por la tranquilidad de estar ella sola, con su música, que nadie la conozca, sentir que está sola, ella y esas ciudades vistas a través del espejo. Ella debe ser de las pocas que aprecia el valor de pasar tiempo consigo misma, de cerrar los ojos y dejar su mente volar a su mundo de color. Ella perdió la ilusión hace mucho, nadie lo sabe porque aparenta tener la cabeza en las nubes, bueno o al menos así es algunos días, otros no despega la mirada del suelo porque no tiene ni fuerzas de mirar a esos ojos que le devuelven su triste reflejo. Es por eso que nadie sabe nunca lo que Ella piensa, porque nadie se a parado en hurgar en esa delicada cabeza, llena de enigmas y misterios, de los mas retorcidos y cruentos demás, tanto que si alguien se atreviera a mirar no duraría tampoco mucho, antes lo odiaba, pero ahora ya lo ve como una ventaja, aleja miradas interesadas, mejor sola que mal acompañada ¿no?
Ella vive frustrada, ahogada en la desesperación. Porque la soledad se le antoja muy pesada, tediosa, porque ha intentando encajar muchas veces pero no lo consigue, porque ha dado su mejor esfuerzo por cosas que no merecían la pena, que la cansaron poco a poco y la hicieron dejar de creer en el mundo que la rodea. Ella perderá muchas oportunidades porque cree nada la saldrá nunca bien, porque prefiere vivir de esos dolorosos "y si..." que volverse a dar la hostia. Que los golpes puede que fortalezcan, pero también cansan, y se ha roto la cabeza contra el mismo muro tantas veces que ya no quiere seguir intentándolo, porque se acerca a la definitiva, la que en las películas sería preciosa y ganaría sin problemas, pero si pierde la arrastraría a la desesperación absoluta. El riesgo es demasiado y Ella nunca fue valiente. Mejor se queda junto al muro, aprende a vivir con el, a sobrellevar el dolor que la supone, es más doloroso pero no supone un gran cambio.

Así que ahí está ella, intentando escapar del muro en sus escapadas nocturnas consigo misa, en sus momentos de discusión acunados por el tono del auricular. Ahí está ella, esperando a que alguien se atreva a ayudarla a empujar aquel muro que ella misma creo, alguien que la entienda, que pueda sobrellevar lo raro y extraño de su alma, que no se asuste, que no quiera huir y, sobretodo, que no se burle, porque es lo que más miedo le da. Ha perdido la esperanza en que ese "alguien" aparezca, pero le da miedo salir a buscarlo, le faltan fuerzas para pedir ayuda... después de todo, a lo mejor la soledad no es tan mala.




Ella.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Regaliz negro y un puñado de pesadillas


Llegas a casa, tarde, como siempre, estampas la mochila contra lo que sea, ni siquiera miras lo que te acabas de llevar por delante. Has hecho el camino corriendo para que nadie viera que estabas mal, pero ahora estas en casa, a salvo de miradas indiscretas así que lloras, nadie se da cuenta pero lloras. Es ya rutina, cada día mas rota, con mas ganas de salir del agujero que te asfixia, que se hace mas pequeño a cada segundo. Sientes como si se te viniera el mundo encima a cada paso, porque duele ¿a que si? No te sientes a gusto en ninguna parte, no encajas, eres la pieza perdida de un rompecabezas que nadie se molestara en completar. Y ya solo piensas en escapar, escapar de las risas que te atormentan hasta que el timbre anuncia el final de la ultima hora,  escapar de las lágrimas que empapan la almohada cada noche cuando te pones a pensar, de las pesadillas, de los prejuicios ajenos, de las falsas amistades. Tan solo quieres dejarlo todo atrás.

Te sientas en el suelo con un folio en blanco y una caja de gominaolas a hacer la lista de pros y contras sobre ti misma, una vez mas los contras ganan. Bola de papel a la basura, tu animo al suelo y tu a la cama, una noche mas, un poquito mas desalmada. 
Te despiertas medio ahogada, son las seis y media, podrías dormir un rato mas. Pero al cerrar los ojos la imagen te atormenta así que te pones a pensar, no sabes si es casi peor. Piensas en el motivo de tu tormento, en todas las cosas que te han hecho llorar a lo largo de este largo año, no haces nada por cambiarlas, ya es costumbre que el mundo te destroce a placer, "Todas las personas que me importan me han hecho llorar alguna vez" es la máxima que rige tu día a día, joder, que triste. Te niegas a compadecerte de ti misma y el despertador suena. Ducha, borrón y cuenta nueva. Sales de casa de nuevo, mochila al hombro, regaliz en mano, negro, amargo como tu, y una sonrisa falsa en los labios. A fingir un día mas. 

domingo, 1 de noviembre de 2015

Rutina

Esas lágrimas que emborronaba todo a tu alcance, que te impiden ver con claridad, todo lo vela el dolor, la emoción, o lo que sea que te haga llorar esta vez.
Acostumbrada al vació, esa sensación que late en tu pecho es extraña, pero bonita, tan bonita que duele. Por una vez no lloras de dolor, es alegría. ¿Alegría?¿recuerdas lo que era eso?¿o ya se te ha olvidado?
La felicidad se te antojaba tan imposible¿a que si?Pero por una vez parece real, la rozas con la punta de tus dedos.Y ahí llega de nuevo esa sensación, el miedo, te esta haciendo dudar,"Le estas dando a alguien la oportunidad de destrozarte, de nuevo"te susurra al oído, no quieres creerlo, pero por un segundo lo haces, vuelves a tener ese nudo en la garganta, porque tu ya no puedes salir corriendo, lo necesitas, como respirar casi. Dependencia, esa palabra asusta, a ti sobretodo, la idea de necesitar a alguien acojona, tanto que te hace temblar. llevas años evitandolo, cerrada a cal y canto. Pero te han desmontado con una facilidad que cuesta creer, que sigues siendo humana, que sabes lo que es la ilusión y que aun recuerdas como se reía de verdad. Tienes miedo pero aun así sigues adelante, porque no te queda otra, vas a ser valiente, lo vas a intentar.

El tiempo pasa, las cosas no van bien, lo notas y tu, que vives de sensaciones, deberías saber lo que eso significa, pero no, vuelves a cerrar los ojos y a dejarte llevar, ciega a todo cuanto te rodea, porque no puedes creer que hayas vuelto a caer.  Llega el día de la verdad, ha pasado un tiempo desde aquel día que lloraste de felicidad, menos de el que te gustaría, ¿verdad? Cuando la noticia te estalla en la cara ni siquiera te asustas, llevabas tiempo viéndolo venir, no lo admitías pero estaba ahí, susurrandote al oído que volvieras a la realidad, por eso las lágrimas cada noche empapaban tu almohada. Pero eso ha pasado, y ahora contemplas aquello que debería estar destrozándote, desgarrandote por dentro, con total indiferencia, no derramas ni una lágrima, porque ya no lo echas de menos, porque ya hace tiempo que no lo tienes y has vuelto a acostumbrarte a que te falte. Porque tu amor no depende del trato, pero tu estado de animo si, por eso vuelves a pintarte una sonrisa y a encerrar a la niña ilusa que llevas dentro. ¿Será esta la definitiva?¿Se cansara ya de jugar contigo? te preguntas mientras la radio te devuelve las notas de esa canción que, hoy, es mas fiel a ti que el propio espejo.

lunes, 26 de enero de 2015

Nunca olvídare el día que una cría de mi clase me miro a los ojos y me dijo "Sara, eres rara ¿sabes?". Yo tendría apenas 10 años, quizá 12 pero aquello de me quedo grabado, porque fue la primera vez de muchas  que oír esa palabra referida a mi. El tiempo a pasado y me lo ha seguido diciendo, pero no con la inocencia y sinceridad que lo hace una niña pequeña, claro esta, ahora te lo adornan con algún otro sinónimo que suene mejor pero en esencia todos dicen lo mismo, Diferente. Y a fin de cuentas quizá lo sea, nose, la verdad es que nunca me he considerado lo que se dice normal, pero eso es cosa mía, porque tengo la sensación,ñ cada día cuando me levanto, de que no encajo, no en mi clase, o en algún grupo concreto, no encajo en general. No soy capaz de hablar por hablar, esas conversaciones en las que se habla sin decir nada, solo para romper el silencio me ponen enferma, ¿qué tiene de malo pasar un rato en silencio, juntos, pero sin decir nada? A veces no hace falta decir las cosas para que se entienda. Por eso muchas veces, voy en el coche, o con mas gente, y me pongo los cascos, con la música a tope, porque prefiero que alguna canción de BVB me reviente los tímpanos antes que oír esos absurdos que encadenan sinsentidos,o simplemente porque necesito encerrarme con mi misma un rato, y la música es la mejor forma de hacerlo, porque si esta lo suficientemente alta, dejas de oír el mundo exterior.

 Siempre he pensado que mi problema son las bromas, todo aquí pace basarse en la capacidad de la gente para bromear, vacilar y meterse con la gente, y a mi no me gustan las bromas, ni se hacerlas, ni recibirlas. Hacerlas no, porque mi humor es bastante negro,raro, y me paso, o parece que hable en serio, aunque a decir verdad en toda broma hay algo de verdad. Recibirlas tampoco, porque termino poniendome de mala hostia, porque me sienta mal que saquen a relucir mis defectos, mi torpeza, ya lo hago yo suficiente. Y no es que me siente mal, me río de mi misma como la que mas, esa es otra, tengo la costumbre de, cuando me intentan vacilar (y lo consiguen muchas veces, para que mentir), seguir la coña, no por inocencia, que va, mas bien por ver las ocurrencias que se puede inventar el otro. 
Luego esta que soy jodidamente tímida, escribir se me dará medianamente bien pero hablando soy un zote, me trabo, me atasco, dudo, me repito y tiemblo como si fuera un flan, y ya si la persona a la que tengo en frente s alguien que admiro, por cualquier razón, mas aún. 
Y ya si le sumas que a mi el contacto con la gente como que no, no soy cariñosa, romántica, ni sentimental. A ver no voy a decir que no me agrade que mi pareja me cuide pero no soy de obsesionarme porque no me hable, o porque tarde en contestarme un whatsapp. No tiene sentido exigir nada, porque en ese momento deja de tener valor, no se, al menos eso me parece a mi. 

Desde aquel día he cambiado mucho, pero sigo teniendo mis cosas, que no se si me hacer rara o solo una tía más que piensa que es diferente cuando esta cortada por el mismo patrón que todos, sinceramente no lo se, yo no siento que enoje, pero todos nos hemos sentido así alguna vez, diferentes, raros, extraños incluso con la persona que más nos conoce, y que se vuelve desconocida en un instante. Todos creemos que somos diferentes de una u otra forma así que me pregunto ¿de verdad soy una mas de ese mundo que tanto asco me da? 


sábado, 4 de octubre de 2014

Días

Hoy es uno de esos días de mierda,
días en los que el cuerpo se te pone del revés,
por todo
y por nada
 a la vez.
Una mañana asquerosa,
la tarde no promete nada mejor,
te encierras en tu cuarto
a cambiar
las lagrimas por palabras
escritas en un papel,
de los de antes,
un correoso papel blanco
empapado en lagrimas
tan borroso que ya ni se lee.
Es uno de esos textos,
que al acabar
hay mas tinta en tus mano
que en el papel,
porque las lagrimas
la ha ido levantando.

Las horas pasan
y la cosa no mejora,
alguna que otra conversación
sin sentido.
Hablar contigo para olvidarme de todo
aunque solo sea un rato,
algún que otro comentario fuera de tono
que me saca una sonrisa
por primera vez en el día.

Y hundirme un poco mas
cuando dejamos de hablar
porque el resto del mundo me odia,
o no
pero lo parece.
Ya ni las coñas,
que antes tanto me divertían,
me hacen reír.
¿Por que?
Buena pregunta,
ni yo lo se,
puede que sea la depresión
que poco a poco me corroe,
o que el tiempo me ha cambiado,
como no
a peor

Y es que joder
vivo con esa eterna sensación
de no poder confiar en nadie,
de que todo el mundo suda de mi.
No se
si porque es así de verdad
o porque soy una paranoica,
el caso es
que no me suelo equivocar.

Y esto ni siquiera es poesía
no es mas que una pequeña divagación
escrita en verso,
que ni rima.
Pero en realidad
¿Que mas da
si soy poeta o soy basura?

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